La cocina es el corazón del hogar, donde se preparan las comidas que nutren y reúnen a la familia. Sin embargo, también es un lugar donde se pueden originar enfermedades si no se siguen prácticas adecuadas de manipulación de alimentos. 

Mantener una cocina limpia y seguir métodos seguros de manipulación de alimentos no solo garantiza la salud de quienes consumen los alimentos, sino que también contribuye a un ambiente más agradable y organizado. Aquí te ofrecemos una serie de consejos esenciales para lograr una cocina limpia y una manipulación segura de los alimentos.

1. Mantén la limpieza

• Superficies: Asegúrate de que todas las superficies, incluyendo encimeras y tablas de cortar, estén siempre limpias. Utiliza detergentes adecuados y desinfectantes que eliminen bacterias y virus. Después de preparar cada tipo de alimento, limpia y desinfecta las superficies para evitar la contaminación cruzada. Presta especial atención a las esquinas y grietas donde los residuos de alimentos pueden acumularse.
• Utensilios y equipos: Lava los utensilios, cuchillos y equipos de cocina con agua caliente y jabón antes y después de usarlos. Es importante desinfectar estos elementos regularmente, especialmente después de haber estado en contacto con alimentos crudos. Utiliza un escurridor adecuado para asegurarte de que los utensilios se sequen completamente antes de guardarlos, ya que la humedad puede favorecer el crecimiento de bacterias.
• Manos: Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes de empezar a cocinar, después de manipular alimentos crudos y después de usar el baño, toser o estornudar. Las manos son una de las principales vías de transmisión de bacterias, por lo que mantenerlas limpias es crucial para una cocina segura. Usa una toalla de papel para secar tus manos y cerrar el grifo, evitando así la recontaminación.

2. Evita la contaminación cruzada

Separación de alimentos

Mantén los alimentos crudos, como carne, pollo, pescado y huevos, separados de los alimentos listos para consumir. Utiliza tablas de cortar diferentes para alimentos crudos y cocidos para evitar la transferencia de bacterias. Es recomendable tener tablas de cortar de colores diferentes para cada tipo de alimento, facilitando así su identificación y uso correcto.

Almacenamiento

Almacena los alimentos crudos en envases sellados y colócalos en las partes inferiores del refrigerador para evitar que los jugos puedan gotear sobre otros alimentos. Mantén los alimentos cocidos y listos para comer en las partes superiores del refrigerador. Asegúrate de que todos los envases estén bien cerrados para mantener la frescura y evitar la contaminación.

3. Cocina a temperaturas seguras

Temperatura interna

Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que los alimentos alcancen las temperaturas internas adecuadas. Por ejemplo, la carne de res debe alcanzar al menos 63°C, el pollo 74°C y el pescado 63°C. Introduce el termómetro en la parte más gruesa del alimento, evitando huesos o grasa, para obtener una lectura precisa.

Recalentado

Cuando recalientes alimentos, asegúrate de que alcancen una temperatura interna de al menos 74°C para eliminar cualquier bacteria potencial. Remueve los alimentos durante el recalentamiento para asegurar que se calienten de manera uniforme. Los microondas pueden dejar zonas frías donde las bacterias pueden sobrevivir, así que verifica la temperatura en varios puntos.

4. Almacenamiento adecuado

Refrigeración

Refrigera los alimentos perecederos dentro de las dos horas posteriores a su preparación para evitar el crecimiento bacteriano. La temperatura del refrigerador debe estar por debajo de los 4°C y la del congelador a -18°C o menos. No sobrecargues el refrigerador; el aire debe poder circular para mantener una temperatura uniforme.

Caducidad

Revisa regularmente las fechas de caducidad de los alimentos y descarta aquellos que hayan expirado o muestren signos de deterioro, como cambios en color, textura u olor. Usa el sistema FIFO (First In, First Out) para asegurarte de utilizar primero los alimentos más antiguos. Mantén un inventario de los alimentos en tu refrigerador y despensa para gestionar mejor su uso.

5. Desinfección de frutas y verduras

Lava bien las frutas y verduras bajo agua corriente antes de consumirlas, incluso si tienen cáscara que no se va a comer. Puedes usar un cepillo limpio para ayudar a eliminar la suciedad y posibles contaminantes de la superficie. Evita el uso de jabón o detergente, ya que estos productos pueden dejar residuos químicos. Enjuaga bien las verduras de hojas verdes y sécalas con una toalla de papel.

Asegúrate de que el agua que utilizas para cocinar y lavar los alimentos sea segura y potable. Si tienes dudas sobre la calidad del agua, hiérvela antes de usarla. Si tu suministro de agua no es confiable, considera el uso de filtros de agua o agua embotellada para cocinar y lavar alimentos. La calidad del agua es esencial para prevenir la contaminación y garantizar la seguridad de la manipulación de alimentos. 

6. Educación y conocimiento de la manipulación de alimentos

Mantente informado sobre las prácticas seguras de manipulación de alimentos. Participa en cursos o talleres de seguridad alimentaria y actualiza tus conocimientos regularmente para asegurarte de seguir las mejores prácticas. La educación continua es clave para mantenerse al día con las normativas y recomendaciones de seguridad alimentaria. Compartir esta información con otros miembros de tu hogar también es importante para crear un entorno seguro en la cocina.

Na Quindesur, somos líderes en la distribución de soluciones de seguridad alimentaria y equipamiento profesional para los sectores HORECA, alimentario, sanitario e institucional, por esto, ¡te ayudamos a que tengas una cocina limpia y feliz!.

Adoptar prácticas seguras de manipulación de alimentos no solo es esencial para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos, sino que también promueve un entorno de cocina más saludable y feliz.